Casa en la montaña, una joya que parece salida de un cuento de hadas

La casa en la montaña, un refugio salido de las páginas de un cuento de hadas. La sopa de betabel, Patrimonio Mundial de la UNESCO, fue hace unos años el centro de una disputa ciertamente menos dramática y sangrienta que la actual entre Rusia y Ucrania. ¿Quién había inventado el borshch? Al final fueron los ucranianos quienes salieron vencedores, y también en virtud de las vicisitudes por las que atravesaba el pueblo, la defensa de un plato típico fue algo más que una victoria culinaria. Al fin y al cabo, fue una reivindicación que también fue bien acogida al otro lado del Atlántico donde los emigrantes de Europa del Este y los judíos que habían llegado a los Estados Unidos a finales del siglo XIX habían introducido el borshch (o borscht) en sus hábitos alimentarios durante varias décadas.

Una sopa muy famosa

La popularidad de este plato también puede medirse por su difusión geográfica: borscht belt es un término que aún se utiliza hoy para referirse a un circuito veraniego de bungalows y complejos turísticos que antaño caracterizaba a los condados de Ulster y Sullivan, centros turísticos de las montañas Catskill, al norte del estado de Nueva York. La zona era frecuentada sobre todo por judíos, grandes admiradores del mítico borscht.

En pleno "cinturón" de la estación de esquí, en una zona boscosa y muy tranquila, una familia de cinco miembros encontró la casa en la montaña de sus sueños, una vivienda de 700 metros cuadrados rodeada de una gran finca. Construida en 2004, Windham House necesitaba una reforma, y Stefania Skrabak, directora de Art Home Garden LLC encargada de la obra, no quedó impresionada por su aspecto: "Cuando vi la casa por primera vez me quedé perpleja. Parecía anclada en los años 90, con un diseño entre rústico y contemporáneo que no me convencía", dice la diseñadora. "Era necesaria una actualización, había que redefinirla".

Aunque era su segunda casa, los propietarios no querían hacer algo obvio y banal. Y ya tenían la dirección en mente: "Como segunda casa en la montaña, era perfecta, pero los clientes querían algo auténticamente rústico, pero no tanto como para empapelar las paredes con pieles de ciervo y animales...", continúa Stefania.

Una intervención respetuosa

Había mucho trabajo por hacer, sobre todo se corría el riesgo de cambiar la estructura misma del edificio, algo que sin duda hay que evitar. En conjunto, Windham House se encontraba en buen estado y la empresa implicada en el proyecto quería evitar cualquier impacto negativo en el entorno: "Art Home Garden está muy atenta al impacto natural", recuerda Stefania. "Por eso no queríamos excedernos en el trabajo y producir un exceso de material de desecho. Primero teníamos que crear algo sostenible y respetuoso con la naturaleza".

Durante el proceso de renovación, Windham House se convirtió en la residencia principal de la familia. Por lo tanto, lo que antes no tenía importancia se convirtió de repente en necesario. La casa tenía que ofrecerles todas las comodidades de una residencia principal sin dejar de ser una casa de vacaciones. Y fue precisamente el concepto de “escapada” la base de la intervención de Art Home Garden: "Me gustaba pensar que esta casa estaría vinculada para siempre al concepto de evasión, a algo completamente distinto de su residencia principal en Nueva York", continúa Stefania.

"Al mismo tiempo, quería que siguiera siendo fiel a la zona y que perteneciera a ella por derecho propio. También estuve muy atenta a la petición de Jess y Chris, los anfitriones, de crear un ambiente rústico sin cabezas de animales, obviamente aparte de los peluches de las habitaciones de los niños. La casa tenía que ser alegre y divertida, como su maravillosa familia".

Trabajar en un entorno familiar agradable y muy unido facilitó mucho la tarea de Stefania. El ambiente amistoso y lúdico se refleja también en las distintas estancias de la casa en la montaña, sobre todo en cuanto a colores, materiales, muebles y obras de arte. Rústico alpino: esta fue la consigna de nuestro trabajo de renovación. Nos ceñimos a un diseño muy fiel a la casa original y a la zona, por lo que incluimos una mezcla de maderas de calidad.

"En contraste con el planteamiento de AHG de combinar metales mezclados y tejidos suaves, en este caso pieles, linos y cueros, conseguimos un ambiente sofisticado y rústico a la vez", señala Stefania. "En la planta baja, diseñamos a medida un bar de cobre junto a una mesa de billar para los padres y una sala de juegos a medida para los niños. Luego elegimos muebles de colores claros para que combinaran con los tonos oscuros de la madera del armazón y la estructura de la casa. En conjunto, un trabajo muy bueno.

La zona de estar en la sala, junto a la gran chimenea, y la zona de bar-mesa de billar en el sótano hicieron las delicias de los propietarios. Stefania Skrabak, por su parte, no oculta sus preferencias: "Soy madre de dos hijos, así que las habitaciones infantiles son mis favoritas. Me encanta diseñar una habitación infantil y hacerla divertida y extravagante. Aún recuerdo las caras de los hijos de Jess y Chris cuando les enseñaron sus habitaciones por primera vez. Se quedaron sin habla"